martes, 30 de noviembre de 2010

No se puede pedir más







- ¿Por cuánto me venderías?
- No creo que haya nada tan valioso como para venderte.

No se

No se dónde estoy.
No se quién soy.

No se por qué me empeño en recordar…
...si los recuerdos duelen.

No se por qué me maltrato.
No se por qué me hago daño.














Ya solo me queda pensar que simplemente soy idiota.